Cómo elegir y usar una mochila para niños

Las mochilas con frecuencia sirven como un accesorio vital para ayudar a los estudiantes a transportar sus materiales y equipos de estudio a la escuela. No obstante, usar una mochila incorrectamente o cargar una que sea demasiado pesada puede provocar daños potenciales.

Al seleccionar una nueva mochila para su hijo, adhiérase a estos consejos con respecto a la elección y el uso de mochila apropiados:

Opta por una mochila con correas de hombro amplias y acolchadas.
Las correas delgadas pueden cavar en los hombros, induciendo molestias y la circulación impediendo. Además, son menos robustos y más probables para desgarrar después de solo varias semanas o meses de uso.

Busque acolchado adecuado.
La sección de la mochila que descansa contra la espalda de su hijo debería presumir de un amplio acolchado. Esto mejora la comodidad y proporciona protección contra los bordes u objetos afilados dentro de la mochila.

Elija una mochila que sea liviana pero resistente.
Busque cremalleras duraderas y telas de nylon resistentes que soportarán rasgaduras y lágrimas sin agregar peso extra. Utilizar material reflexivo es una idea sensata, especialmente si su hijo caminará, andar en bicicleta o viajar hacia y desde la parada de autobús.

Considere la viabilidad de las ruedas.
Antes de comprar una mochila con ruedas, contemple si serán ventajosos durante el día escolar de su hijo. Ciertas escuelas prohíben las mochilas con ruedas.

Asegúrese de que su hijo emplee ambas correas de hombro.
Usar una mochila sobre un solo hombro puede tensar los músculos. Si su hijo prefiere una bolsa de estilo mensajero, asegúrese de usarla diagonalmente en el cuerpo en lugar de solo un hombro.

Evite la sobrecarga de la mochila.
Una mochila totalmente llena no debe superar las 10 libras de peso. Los padres de estudiantes más jóvenes deben vaciar periódicamente la mochila para verificar los artículos extraños que contribuyen a su pesadez. Del mismo modo, aliente a los adolescentes a desactivar su mochila de vez en cuando.

Lleve únicamente los artículos esenciales para el día. Coloque artículos más pesados ​​en la parte superior y más cerca del frente.

Mantener correas ajustadas.
La base de la mochila debe descansar a 2 pulgadas por encima de la cintura, y la mochila debe permanecer bastante cerca del cuerpo. Utilice la correa del pecho, si está presente, para mitigar parte de la tensión en las correas del hombro.

Doblar las rodillas.
Los niños deben doblar las rodillas mientras usan una mochila. Presionarse en la cintura mientras se pone o levanta una mochila relativamente fuerte puede enfatizar los músculos en la parte posterior.

Abstenerse de usar una mochila mientras viaja en coche.
En caso de accidente, hacerlo podría exacerbar las lesiones o provocar su ocurrencia.

Las mochilas están diseñadas para distribuir el peso de los libros y materiales en algunos de los músculos más robustos del cuerpo. Sin embargo, los jóvenes y adolescentes que usan sus mochilas de manera incorrecta o transportan cargas excesivamente pesadas se exponen a daños potenciales. Los músculos y las articulaciones podrían sufrir daños, lo que resulta en molestias de cuello, espalda y hombro pronunciados.

No descarte ningún caso de dolor de espalda en jóvenes o adolescentes, y aliente a su hijo a comunicar cualquier sensación de entumecimiento, hormigueo o incomodidad en los brazos o las piernas. Estos síntomas podrían indicar una mochila que es excesivamente pesada o mal ajustada.

Para evaluar si la mochila de su hijo es demasiado pesada, observa mientras la pones. Si luchan y la mochila parece onerosa, retire algunos libros para llevar en sus brazos, aliviando así la carga. Insta a los estudiantes mayores a hacer visitas frecuentes a sus casilleros durante el día para descargar o cambiar libros más pesados.

Sobre todo, aplique el sentido común. Ya está proporcionando a su hijo las herramientas para el éxito académico, así que asegúrese de que puedan transportarlos también de manera efectiva.